miércoles, 22 de abril de 2015

Insomnio

He olvidado cómo se dormía. Estoy relajada pensando en mi mundo y a punto de caer. Entonces, como quien no quiere la cosa, como si nunca hubiera dormido bien, me pongo nerviosa, me muero de calor, necesito moverme y aunque trato de evitarlo... Un acto reflejo. Salto en el sitio, muevo las manos o me revuelvo sin querer.

Así es como funciona, varias veces, tantas ya que perdí la cuenta. No hay tregua, el amante más insaciable conocido, que ayer no quiso abandonar mi cama hasta las 6. Parece que se burla de mi, y hoy vuelve a por más.

Insomnio, si esto es a lo que vienes, puedes matarme ya, pero por favor, no me dejes a medias.